Por Norma de Gaudenzi

¡Que curiosa la evocación de los recuerdos! A consecuencia de conversaciones previas, en el curso de escritura de la UNSAM, se sugirió, hacer la descripción de un lugar cualquiera, en el que podía dominar un color, una aroma, una música, un olor, etc.

            No tuve que pensarlo, el patio de mi escuela primaria, se presentó como recuerdo indiscutible ¡el patio de mi escuela primaria! que he abandonado hace mas de sesenta años y del que nunca  tuve un recuerdo especial, ahora volvía…..Era y sigue siendo un patio hermoso, digno del edificio del  que forma  parte. La escuela  N° 1 del Distrito Escolar  17  “DELFIN GALLO”,  del barrio de Villa Devoto.

El edificio ocupa una manzana  y el patio una superficie significativa, dentro del mismo, lo recuerdo luminoso porque siempre eran días tibios de sol cuando jugábamos ahí, cuando hacía frío o llovía, la escuela tenía a la salida de las aulas unas cómodas y hermosas galerías donde transcurrían  nuestros recreos.

            También tengo recuerdos sonoros, en esos tiempos el colegio adquirió un  “tocadiscos” y también un disco  “EL DANUBIO AZUL”,  que habrá sido una donación de la Asociación Cooperadora. Esos recreos con el Danubio Azul como fondo eran el colmo de nuestra alegría, se hacían trencitos, rondas, con esa música generándolo todo.

            También ahí a  las mañanas se izaba la bandera y en casi todas las oportunidades se celebraban los actos, si el clima lo permitía, de lo contrario, contábamos con un cómodo salón de actos.

            Estos recuerdos se refieren a la rutina de las actividades que desarrollábamos en  ese lugar. Pero ese patio fue también testigo y escenario de una gala mayor. Cuando yo ingresé a la escuela, en primer grado, el colegio festejó su cincuentenario y la celebración fue a lo grande, vino una orquesta, con director, atriles y músicos y  una representación del cuerpo de granaderos, como marco excepcional. Me  recuerdo  niña de seis años que con susto y admiración , me unía al festejo.  El acto terminó, con todas las alumnas del colegio desfilando por grados del  primero al  último, también  me veo muy orgullosa cumpliendo ese rol, el que habrá sido el papel mas importante, que me toco representar, hasta ese momento, en mi vida.

            Alguna vez nos explicaron los merecimientos del  Dr. Delfín Gallo para brindarle ese tributo, pero no se insistió lo suficiente para que los niños lo recodáramos.