BORGES Y MANUCHO

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  BORGES Y MANUCHO. La amistad y Buenos Aires    
   

Borges, está ahora joven e imperturbable, fiel a sí mismo, revistiendo para toda la importancia de un lujo extravagante y magnífico de la civilización, que se ha incorporado a la floresta de los símbolos de que habló Baudelaire como otro mito refulgente” Manuel Mujica Lainez al cumplir Jorge Luis Borges 80 años.

   
         
   

MANUEL MUJICA LAINEZ (Buenos Aires 11/10/1910; Cruz Chica, Córdoba, 21/4/1984) Escritor polifacético, periodista, crítico de arte, ensayista argentino. Decía Borges que era un gran escritor, poseedor de un estilo suntuoso y barroco.

Fue en escritor atípico, porque a pesar de haber nacido en Buenos Aires, recibió una educación y una formación triple. La argentina, la francesa y la inglesa (vivió en esos tres países en su niñez y adolescencia). Atípico, porque al conocimiento del folclore y de los mitos populares argentinos transmitidos por su abuela y sus tías se sumó el bagaje cultural durante esa larga estancia en Europa. Y una vez más atípico, porque a pesar de su fecunda obra, de una calidad reconocida por sus iguales, es muy poco conocido por el gran público si se lo compara con otras celebridades literarias argentinas como Ernesto Sabato, Adolfo Bioy Casares, Julio Cortazar y hasta el mismísimo Roberto Arlt (cuyo reconocimiento llegó muchos años después de su muerte).

 Tanto Borges como Mujica Lainez fueron dos consumados antiperonistas, por ello el primero entiende que en esa época – en la que fueron perseguidos destituyéndolos de una biblioteca (Miguel Cane, un antepasado de Mujica Lainez) y del museo de arte decorativo respectivamente – perdieron su ciudad, su modo de vivir y sus sueños de un país distinto.

            Ambos descendían de familias patricias vinculadas a héroes de la independencia Argentina y a la fundación de Buenos Aires, tuvieron una prolífica obra, ingresaron juntos en la Academia Argentina de Letras. Fueron presidente y vicepresidente de la Sociedad Argentina de Escritores (en tiempos en que se negaron a colgar el cuadro que de Eva y Juan Domingo Perón en la sede “si lo hacemos, corren el riesgo de que nos riamos de ellos” JLB), poseedores de un singular estilo del humor de ironía chispeante siempre presente, aunque porteños ciudadanos del mundo, enormemente cultos. Argentinos…y Unitarios confesos;

           

            Vázquez:- Pese a que la obra de ustedes es tan diferente, ¿creen que por haber sido elaborada casi toda en Buenos Aires tiene determinadas características?

Mujica Lainez:- Lo único que pueden tener en común no depende de nosotros sino de nuestro origen. Es decir, tanto Borges como yo descendemos de una serie de personas que en una forma o en otra han contribuido a ser el país y esas personas que en el caso de él son héroes y en el mío son escritores [se interrumpe y dirigiéndose a Borges, dice: "Vos tenés a Lafinur"].

Borges:- Y vos la muerte de Varela en Montevideo.

Mujica Lainez.:- ¡Qué te parece!

Borges:- ¡Y un degollado! Casi nada, ¿no?

Mujica Lainez:- Bueno, esos que nosotros tenemos, que yo tengo a Varela, que vos tenés a Laprida, que yo tengo a Cané, que vos tenés a Suárez, gente que nos hemos repartido, en cierto modo.

Borges: -Y al cabo de cien años, tendremos los mismos antepasados, además de don Juan de Garay.

Vázquez: A Garay se lo reparten a medias.

Mujica Lainez:- Sí, claro. Bueno. Esos hombres han contribuido a hacer nuestras obras y eso es lo que nosotros tenemos en común. Aunque vos insistís demasiado en que sos pariente de Rosas, así como yo no dejo de señalar que soy descendiente de Florencio Varela. Eso nos pondría de pique, pero yo creo que no: somos dos unitarios.

Borges:- ¡Claro que soy unitario!

Mujica Lainez:- Es lo que hay que ser.

Borges:- No sé si te acordás cuando a mi madre le hicieron una operación, que pudo ser seria. Al sacarla en la camilla, ella quiso darme a entender que esa operación no era nada, que ella seguía siendo Leonor Acevedo, y entonces, con un hilo de voz, me dijo: "¡Salvaje unitaria!". 

            La cercanía, el amor, la influencia y la identificación por sus madres Leonor Acevedo y Lucía Lainez Varela, con quienes vivieron hasta su muerte a los 99 y 91 años respectivamente, fue otro rasgo que los emparento. ”Yo la quería mucho a la madre de Borges. Era una mujer excepcional. Me pregunto que hubiera sido de esa familia sin ella, que se ocupó de su marido ciego y luego de su hijo ciego. Ella era el centro y el motor de esa familia” MML.

            El amor por Buenos Aires, donde ambos nacieron y vivieron gran parte de sus vidas es quizás el mayor rasgo distintivo de unión entre ambos aún y cuando tenían miradas e intereses distintos sobre ella. “Cuando hablamos de Buenos Aires, yo siento que hablamos de dos ciudades distintas, de dos mundos distintos, a Mujica Lainez le interesa la sociedad, le interesa el lujo, cosas que no me interesan a mi” (JLB en diálogo con el periodista Joaquín Soler Serrano en el programa “A Fondo” el 23/4/1980).

            Buenos Aires podría ser el prototipo del centro urbano del siglo veinte, sin historia ni carácter, sin ruinas incas ni aztecas, sin foro romano ni acrópolis. Como Los Angeles, Calcuta, San Pablo o Sidney, es una extensión urbana que clama porque alguien le otorgue expresión. Las observaciones de Borges sobre Buenos Aires fueron siempre claras y directas “Serían las once de la noche, yo había entrado en el almacén, que ahora es un bar, en Bolivia y Venezuela” (Historia de Rosendo Juárez”). Y es por esa razón que ambos la describen con singular profundidad en sus obras.

            “Cuando yo era joven me costó trabajo no imitarlo a la hora de escribir… aunque yo era un muchacho muy frívolo muy mundano y Georgie era una un joven muy reconcentrado” (Manuel Mujica Lainez). Mientras Borges buscaba en sus primeros años estímulos en el conocimiento de lo popular no solo de Argentina sino del universo (siempre se interesó por los poetas populares de la literatura inglesa sobre todo), Manucho era un aficionado de la alta cultura por la gran influencia que ejercían sobre él su madre y sus tías.

            En 1943 Mujica Lainez, publica “Canto a Buenos Aires” que es un libro en el que cuenta la historia y el desarrollo de la Ciudad de Buenos Aires en versos alejandrinos.

            El libro nace como resultado del asombro que el joven Manucho experimento a su regreso a Buenos Aires en 1928, con sólo 18 años. Lejos quedaba la ciudad de sus infancia, atrás sus pasos por la urbe porteña, apenas unas pinceladas venidas de los recuerdos y bañadas de nostalgia esbozaban en él la imagen de la ciudad que un día abandonara. Mujica Lainez utiliza el recurso del que vuelve a la ciudad después de muchos años de ausencia, uno de los más utilizados por los poetas para descifrar el deterioro de la ciudad. La escritura de este poema resulta de la maduración del espíritu de un hombre que durante años deambuló en su ciudad para tomarle el pulso (David Choin “Análisis de un Poema casi desconocido de Manuel Mujica Lainez; Canto a Buenos Aires”)

Este es otro rasgo que los emparenta, su regreso a Buenos Aires.  Casi a la misma edad, luego de largos años de ausencia en Europa, ya que la primer obra publicada de Borges “Fervor de Buenos Aires” data de 1923 a poco del regreso del gran escritor argentino de Ginebra y Mallorca (Y lo hace con una pasión y un entusiasmo tal, que le hace decir que su ausencia y su “estancia en Europa han sido ilusorias.. Yo estuve siempre en Buenos Aires”).

A partir de la segunda década del siglo XX, Jorge Luis Borges encabezó poética cuyo objetivo fue fundar literariamente a la ciudad. Entre los autores que contribuyeron a esta labor destacan principalmente Jorge Luis Borges con Fervor de Buenos Aires (1923) y Cuaderno de San Martín (1929), Raúl Scalabrini Ortíz con el Hombre que está solo y espera (1931); Leopoldo Marechal con Historia de la Calle Corrientes (1937) y el propio Mujica Laínez con Canto a Buenos Aires y sus posteriores Estampas de Buenos Aires (1946). Manucho funda la ciudad con referentes concretos reales que son, en la mayoría de los casos, referentes personales.

En su prólogo Borges rinde homenaje a esa amistad entre ambos, que no necesitaba frecuencia, ya que como en el cuento “Tlon, Uqbar, Orbis, Tertius” ambos estrecharon “de esas amistades inglesas que empiezan por excluir la confidencia y muy pronto omiten el dialogo”

Vázquez:- ¿Qué es lo mejor y lo peor de Buenos Aires?

Mujica Lainez:- Lo mejor de Buenos Aires es que nosotros estemos conversando en este momento.

Borges:- Es que lo mejor es la amistad, que todavía perdura en Buenos Aires y que es una pasión, un sentimiento que se ha perdido en otros países, como se ha perdido el sentido de la familia: parece que nadie tuviera parientes, ni amigos. No hay intimidad.

Mujica Lainez:- Es curioso. Nosotros, a través del tiempo hemos tenido una especie de amistad, me doy cuenta ahora.

Borges:- Desde luego. Una amistad muy importante para mí y una amistad que ha podido prescindir de la frecuentación. Pasamos años sin vernos, pero, de pronto, estoy en un sanatorio, donde me han operado, y Mujica Lainez está a mi lado. Eso es muy importante para mí. Además del placer de la lectura de tus libros.

Mujica Lainez: -El gran vínculo era tu madre. Yo la quería mucho y ella me quería.

Borges:- Sí, es verdad.

Dialogo entre ambos en entrevista realizada por María Esther Vázquez, publicada en el año 1975 en el Diario La Nación (http://www.lanacion.com.ar/1746103-borges-y-manucho-el-amor-por-buenos-aires)

La amistad no es menos misteriosa que el amor o que cualquiera de las otras fases de esta confusión que es la vida” (pasaje del cuento “El Indigno” JLB)

  Gervasio Caviglione Fraga - 10 de mayo de 2015

   
   

 

   
      A MANUEL MUJICA LAINEZ por JLB

Isaac Luria declara que la eterna escritura 
tiene tantos sentidos como lectores. Cada 
versión es verdadera y ha sido prefijada 
por quien ideó el lector, el libro y la lectura.

Tu versión de la patria, con sus fastos y brillos, 
entra en mi vaga sombra como si entrara el día 
y la oda se burla de la oda. (La mía 
no es más que una nostalgia de ignorantes 
cuchillos y de viejo coraje.) Ya se estremece el canto, 
ya, apenas contenidas por la prisión del verso, 
surgen las muchedumbres del futuro y diverso 
reino que será tuyo, su júbilo y su llanto. 
Manuel Mujica Láinez algunas vez tuvimos 
una patria – ¿Recuerdas? – y los dos la perdimos.

 

   
         
 

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