Desempleo y Delito |
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Desempleo y Delito | ||||
Por Carlos Alberto Bellatti |
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1 PALABRAS PRELIMINARES
Antes de efectuar una
sistematización y análisis del tema que nos ocupa pretendemos referir
brevemente al llamado “Proyecto de 1917” en el cual la Comisión
Especial de Legislación Penal y Carcelaria de la Cámara de Diputados
redactó los artículos 40 y 41del Código Penal Argentino con
modificaciones respecto del proyecto de 1906. La comisión de Códigos de la cámara
de Senadores, integrada por los Drs. Joaquín V. Gonzáles; Del Valle
Iberlucea y Garro intercalo a continuación de “la calidad de los
motivos que lo determinaron a delinquir”, la máxima “ especialmente
la miseria o la dificultad de ganarse el sustento propio necesario
y el de los suyos.” En el sistema jurídico la
necesidad se expresa en forma de derechos de ahí lo lúcido de la
alocución de introducir en el derecho positivo la necesidad de valorar
en el momento de la determinación de la pena cual es la parte de
responsabilidad que corresponde cargar al sujeto, autor de un ilícito
culpable y que segmento de compromiso
debe ser atribuido a la propia sociedad, en el marco teórico de
cumplimiento del Contrato Social. “Resulta ser está es una
tarea delicada para la cual el Juez, además de su competencia jurídico-
teórica, debe poseer conocimientos psicológicos, antropológicos y
sociales, junto con una fina intuición de la realidad histórica y
sensibilidad agudizada” SOLER.
ARTICULOS. 40 y 41 del Código Penal Argentino: Art. 40 En las penas divisibles
por razón de tiempo o de cantidad, los tribunales fijaran la condenación
de acuerdo con las circunstancias atenuantes o agravantes particulares
de cada caso y de conformidad con el artículo siguiente. Art. 41 A los efectos del artículo
anterior, se tendrá en cuenta: 1ro. la naturaleza de la acción
y de los medios empleados para ejecutarla y la extensión del daño y
del peligro causados. 2do. La edad, la educación, las
costumbres y la conducta precedente del sujeto, la calidad de los
motivos que lo llevaron a delinquir, especialmente la miseria o la
dificultad de ganarse el sustento propio necesario y el de los suyos, la
participación que haya tomado en el hecho, las reincidencias en que
hubiere incurrido y los demás antecedentes, así como los vínculos
personales, la calidad de las personas y las circunstancias de tiempo,
lugar, modo y ocasión que demuestren su mayor o menor peligrosidad. El
Juez deberá tomar conocimiento directo y de visu del Sujeto, de la Víctima
y de las circunstancias del hecho en la medida requerida para cada caso. Las condiciones personales del
autor fueron advertidas también por el legislador en relación con la
graduación de la pena de multa, a fin de tomar en cuenta la situación
patrimonial del afectado, y en la misma dirección de los ya citados
Art. 40 y 41 del C.P. el Art. 21 del mismo cuerpo normativo establece
que al momento de fijar la pena de multa se tomara en consideración la
“situación económica del condenado” que deviene decisiva a fin de
ordenar el pago en cuotas. 2
INTRODUCCIÓN Un sintético recorrido histórico
de lo que denominamos la postura de la pos-modernidad nos coloca frente
a la perspectiva del desempleo como una impronta que llego para
quedarse, casi una metáfora maquiavélica, en la que un sujeto capaz de
desarrollar todo su potencial se ve oprimido por obra y gracia de un
neoliberalismo descarnado a un mero portador de desgracia. Cierto es decirlo, las
consecuencias de las crisis resultan evaluadas en cuantificaciones
puramente económicas , con desprecio por políticas sanitarias que
aprecien y valoren estrategias que tomen en cuenta parámetros
sanitarios de quienes se ven agredidos por la inestabilidad y
conflictividad que existe en la sociedad actual. En otras palabras la búsqueda
del equilibro mental en la sociedad
debería resultar prioritaria a la hora de definiciones de una
sociedad en crisis. En esta inteligencia Eisemberg y
Lazerfeld, describen los efectos que producen en las personas la perdida
de su trabajo “ primero causa un shock
luego, a este estupor inicial le sigue una búsqueda activa y
optimista de trabajo, creen que sí van a poder conseguirlo, después
cuando no lo consiguen se tornan pesimistas, manifiestan ansiedad de muy
distinta manera, sufren, se quiebran. Más tarde se vuelven fatalistas,
dejan de buscar trabajo y comienzan a adaptarse a su nuevo estado. Se
instala la desesperanza, surgen los auto reproches, las repercusiones
psicosomáticas. Se sienten rechazados y no buscan trabajo para no
exponerse a un nuevo rechazo y a la desilusión. Sienten vergüenza en
mostrarse, en pedir, se aíslan como si se escondieran de los demás. Si a la situación descripta se
le asocia la pobreza, el sujeto enfrenta situaciones humillantes desde
eludir pagos, pedir dinero hasta la delincuencia generalmente en la
franja de los delitos contra la propiedad o en pequeño trafico de
drogas peligrosas a fin de aumentar sus posibilidades de consumo.
Nos guste o no, el dinero está
íntimamente relacionado con el poder, con el consumo de bienes y
servicios. Veamos los censos, se llama a la persona que mantiene a su
familia jefe o jefa de hogar, “ en masculino trabajar y ganar dinero
esta pautado socialmente sobre todo para el varón, es indudable que el
varón basa gran parte de su identidad en la posibilidad de ganar dinero
y con el mantener a su familia. Si no lo aporta se siente castrado,
siente que no es nada , que no vale nada; así el varón prefiere
trabajar de cualquier cosa para evitar algo peor
analizaremos mas adelante la posibilidad latente que la
desocupación y la pobreza actúen como agentes etiológicos de la
delincuencia, por ahora hacemos nuestras las expresiones de Nils
Christie “ la Industria del Control del delito ED. Del Puerto 1993”
“ quienes no tiene nada
conforman junto con quienes todo lo tienen los grupos mas difíciles de
gobernar. Esto es así por cuanto el que carece de todo resulta ser un
accionista de la nada que, nada tiene que perder. No tiene propiedades y
en muchos casos no tiene un entorno social y en otros aún tampoco tiene
un honor que perder, porque ya lo ha perdido todo. Cabe preguntarse que
conducta puede exigírsele a este individuo.” “ Cuando la sociedad no
asegura a todos sus miembros el derecho a la vida o el trabajo o a la
asistencia social, no puede en justicia imputar un delito al individuo
que procedió impulsado por la miseria, algunas limosnas que se hacen a
un hombre desnudo, en la calle, no reemplazan las obligaciones del
Estado, que debe procurar a todos los ciudadanos una subsistencia
asegurada, el alimento un vestido a propósito y un genero de vida que
nos sea contrario a la salud” ¿ Como exigir a los ciudadanos el
respeto de las leyes y el impuesto de sangre cuando la vida material no
esta asegurada a los todos ciudadanos? Los que se hallan en esta imposibilidad de procurarse las cosas
necesarias para su existencia, de que hemos hecho el rasgo distintivo de
la miseria, pueden en apariencia de razón , negarse a cumplir los
deberes que les son impuestos sin compensación equitativa. Pueden decir
que la ruptura del lazo social no procede de ellos, sino del grupo que
los deja morir en la miseria – Montesquieu, Libro XXXIII, Capitulo XIX
de El espíritu de las leyes-
No debemos obviar la existencia
de otro modelo distinto al referido que ubica todo su esfuerzo en
sostener como regla de oro “ la
desocupación no se relaciona con el delito” Tiene su génesis en el mal
comportamiento de las personas resultando completamente aséptica de
condiciones socioeconómicas. En la siguiente parte de este
breve ensayo pretenderemos explorar las implicancias de estas ideas, nos
ocuparemos de las consecuencias de la desocupación en el delito,
utilizando temáticas criminológicas que ilustren uno de los mayores
problemas que enfrenta la sociedad pos- moderna.
3
DESEMPLEO y SALUD
SALUD: la OMS la
describe : “ Estado de completo bienestar físico, mental, social, no
meramente una ausencia de enfermedad.”
Cuando se proyectan
apreciaciones respecto de la problemática que se genera en torno a
desempleo y crimen, aparecen los sociólogos y juristas como
intelectuales, cuya formación los ha preparado para tomar sus puntos de
apreciación como esenciales. Puede parecer atrevido que profesionales
de otras ciencias pretendan participar de la discusión. Sin embargo
entendemos que el enfoque interdisciplinario se impone la raíz de la
problemática que abordamos. En esta inteligencia la OMS ya
por el año 1986 señalaba que el desempleo constituye una de las
principales catástrofes epidemiológicas de la sociedad contemporánea,
con actores responsables y víctimas de ellos. Resulta entonces que sin la
necesaria participación de la psicología y la psiquiatría en este
debate no podría explicarse la incidencia de la faz intima del sujeto
que es precisamente el objeto especifico de estas ciencias, es que la
“psyque” es la que encamina el comportamiento individual previa
decisión del mismo, posición esta que en tal situación no podrá ser
diversa a lo que promueva en cada caso su naturaleza psíquica. Ese
porte, que abarca la vida total del hombre ha de significar a la vez la
base de su ubicación cuando su conducta lo lleve a ejecutar hechos que
lesionen bienes jurídicos protegidos en la sociedad por la importancia
que revisten en la convivencia.
Se conceptualiza la desocupación
o la amenaza de desocupación como una situación traumática de origen
social que afecta los vínculos familiares, la pertenencia social,
la salud física y mental de las personas. Tal como lo expresamos si bien
el desempleo resulta un fenómeno
social con multiplicidad de factores, no es menos cierto que es vivido
como crisis individual, con despojo de dimensión social. Considerando la emergencia de síntomas
patológicos, podemos enumerar deterioro de los lazos sociales, caída
de los soportes de identidad de los afectados, crisis de autoestima,
aspectos que pueden derivar en el deterioro de relaciones familiares,
desde disfunciones sexuales, roturas de parejas, hechos de violencia,
stress, adicciones, afecciones psicosomáticas depresiones agudas, que
pueden asemejarse en muchos casos a duelos patológicos – perdida de
algo propio que no puede recuperarse- En este sentido el trabajo para
muchas personas sirve a modo de sublimación, como soporte de otras
carencias afectivas y también como medio de reconocimiento por parte de
los demás indispensable para el sostenimiento de la identidad propia
como a su vez de una identidad social y cultural... En psicología
contamos con técnicas que nos permiten operar grupal e individualmente
para afrontar los efectos de estas carencias. No con la promesa de una
solución en el campo social, pero sí en campo del restablecimiento de
la energía psíquica, fuerza de voluntad, confianza personal y
exploración del potencial de quienes nos consultan
“ La desocupación y sus consecuencias en el campo de la salud
mental artículo publicado por el Lic. Víctor Silvetti” El desempleo o la amenaza de
perdida de la fuente de trabajo se relaciona con lo que en 1893 decía
Freud, respecto de las experiencias traumáticas “ lo que es eficaz
para el síntoma es el afecto de terror” esto hace de un
acontecimiento un trauma, enseña el maestro que el trauma de fuente
social esta signado por “ el estupor inicial, paulatino embotamiento,
anestesia afectiva, narcotización de la sensibilidad... abandono de
toda expectativa ... y alejamiento de los demás – Freud S. 1930 “
El malestar de la cultura”.
Mom y Baranger – 1987- señalan
que toda situación traumática produce cuatro efectos: a-
Se activa la compulsión de repetición – el desocupado se
automargina se auto reprocha e incrementa su culpabilización. b-
En una situación traumática al quedar libre las catexias se
buscan nuevas investiduras libidinales generalmente frágiles y
precarias. c-
Se toman nuevas medidas defensivas a fin de que nada del trauma
resulte recordado y repetido. d-
En todo trauma existe una suerte de agresión libre, que
predispone a la violencia contra si mismo o contra los demás –
entendemos que en este último estadio entraríamos en la fase pre-
delictiva- De lo expuesto debemos concluir
: la violencia impuesta por el estrago de el desempleo queda inmersa
dentro del yo interno de quien la padece, provocando un estado de
inhibición o explosiones de violencia contra si mismo o hacia sus
semejantes. La depresión que generalmente
se le asocia constituye uno de los típicos trastornos en los que existe
una “Personalidad con Predisposición” en tal sentido la aparición
de un cuadro depresivo puede ser desencadenado por la perdida de un
objeto – status o condiciones de vida a que el individuo esta
habituado- que por su valor simbólico lleva a una disminución de la
autoestima. Esa perdida produce frustración
que provoca hostilidad que en lugar de dirigirse hacia el objeto
frustrado se vuelve hacia quien la padece, como consecuencia de la
identificación que se ha producido entre el objeto y la persona; este
enojo contra si mismo se presenta como señalamos antes bajo la forma de
sentimiento de culpa. De tal postura pretendemos no
extraer el hecho del delito del contexto real, que lo relaciona por una
parte a toda la personalidad del delincuente y a su historia biológica
y psicológica y por la otra a la totalidad natural y social en que se
inserta su propia existencia. |
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4 LA DESOCUPACIÓN SU INCIDENCIA SOBRE LA CRIMINALIDAD En rigor y tal quedo planteado
en su momento, no hay coincidencia entre los expertos en considerar el
desempleo como un factor etiológico de la delincuencia, es de notar que
se trata de una problemática sumamente compleja merecedora de
un pormenorizado análisis, cuyos aspectos mas relevantes serán
tratados en el presente subtitulo, empero adelantamos opinión en el
sentido de considerar la desocupación con prognosis delictiva,
fundamentalmente en la franja de los llamados “delitos contra la
propiedad”. La fuerza de las cifras son
elocuentes, durante el año 2001- con niveles de desocupación entre el
18 y 20 % de la población económicamente activa- se registraron el la
Republica argentina un total de 1.178.530 hechos presuntamente
delictivos – fuente: sistema nacional de Información criminal- con
una tasa de 3182 delitos cada 100.000 habitantes, la mayor parte fueron
delitos contra la propiedad ( 66%). Esta presencia cuantitativa es una
constante a lo largo de toda la década del 90 en que el menor peso de
los delitos contra la propiedad en las estadísticas policiales
nacionales se ha registrado en el año 1994 con un 63% y el mayor en
1990 con un 72%. Para el año 2001, dentro de los delitos contra la
propiedad, los robos – incluyendo tentativas- el 40%, revelando la
misma distribución que el año anterior. Las tasas para este grupo de
delitos es de 2113 hechos registrados cada 100.000 habitantes siendo
1.036 para robos – incluyendo tentativas-
Respecto de los delitos contra
las personas fueron el segundo grupo de hechos presuntamente delictivos
más importante cuantitativamente el 18% - observe el lector la enorme
diferencia- repitiendo también una constante a lo largo de la década
del 90 en la que el valor menor se registro en 1990 con un 14% y el
mayor en 1994 y 1996 con un 20%. Dentro de los delitos contra las
personas registrados en 2001 las lesiones dolosas son el grupo mas
denunciado 55%. Las lesiones culposas se ubican en segundo lugar con un
32%, y en tanto los homicidios dolosos – incluyendo tentativas- como
los culposos presentan frecuencias menores al 2%. Cada uno. La tasa global para este grupo
de delitos es de 569 hechos registrados cada 100.000 habitantes siendo
la tasa de homicidios dolosos de 8,23 cada 100.000 habitantes. No queremos dejar pasar por alto
otros números de la Argentina de hoy aunque resulten cuestionados por
organismos oficiales, así afirma Diego L. Cuardia.” La incidencia de
la desocupación en el delito”....” En la ciudad de Buenos Aires
898.000 personas perciben ingresos menores a doscientos pesos mensuales,
mientras que 72.000 personas conforman el
grupo denominado “ cartoneros” y 671.400 personas están
ocupadas de manera temporaria o realizan las llamadas “ changas”,
continua el autor “ En la Republica Argentina un 21% de la población
vive con menos del 1 dólar por día alcanzando el total
de 7777.000 personas. La devaluación de la moneda ha arrojado
entre otros resultados el ingreso a la pobreza de 8.319.000 niños y jóvenes
que viven en tres millones de hogares pobres de manera tal que el 66.6%
de los menores de la Republica es pobre.” Si bien es cierto que el autor
antes citado no refiere a los llamados “planes trabajar” no
instalados a la época que escribió su interesante artículo- el autor
toma cifras del 24 de junio de 2000, cierto es que estos planes
no han contribuido a modificar
el teatro de la pobreza el desempleo- real- la miseria y la polarización
extrema en Argentina, de allí la necesidad -al menos- de
administrarlos con un criterio de mayor equidad y severos controles a
fin de evitar el clientelismo. Continuando con una realidad
-que ciertamente no resulta ser de laboratorio- el Matutino La Nación
del 26 de Junio de 2004 bajo el titulo “LA Lucha de pobre contra pobres” relata el drama de María uno de
los tantos que se encuentran a vuelta de esquina. Cuando el cronista y
fotógrafo” pudo pasar advierte que Maria no exageraba: pasa sus días
en un sitio en el que ningún ser humano debería vivir. Aunque tiene 63
años, María Cristina Servín Villalba, paraguaya de nacimiento parece
casi centenaria....su drama transcurre en Villa Madrid junto a Ingeniero
Budge, en Lomas de Zamora. La suya es una más entre las tragedias de
las casi 700.000 personas que sobreviven en 490 villas del conurbano”.
...” mi hija me dice que me muera para quedarse con mi casa y yo
quiero morirme pero no sé cómo, me ha dejado aquí encerrada con las
ratas que me caminan encima, sin nada que comer.” En Lamadrid los vecinos
confirman el sombrío panorama “ Acá los pibes no tienen nada que
ganar ni que perder. A nadie le importa como vivimos acá donde solo nos
queda vivir con 150 pesos de un plan. ¿ a quien le puede extrañar que
los muchachos salgan a robar? o la gente que padece de tuberculosis
lepra o hepatitis. Continuando con el testimonio
colectado por el matutino Juan Carlos de la Iglesia Metodista confiesa
“ la droga esta matando una generación entera nacida entre fines de
los ochenta y principios de los noventa, se dan con pasta base de cocaína
cortada con puloil la aspiran y los destroza. continuando su relato
expresa “ ayer se murió una chica de 15 años por aspirar Ventolín
vaya a saber que tenia dentro refiere el pastor”.
En una nota difundida a raíz de
la grave crisis económica que crea desocupación e incertidumbre en
Argentina “La Conferencia de Religiosos y Religiosas pide la defensa
social de los pobres “ Buenos Aires Vid. 22-O3-2001” “ Reforzar
nuestra presencia al lado de los que sufren, -escribe la conferencia de
Religiosos y Religiosas argentinos (confar) es un mensaje dedicado a la
situación social y política del país. En efecto, la Argentina
atraviesa una grave crisis económica y financiera que se refleja a
nivel social en un gran porcentaje de desocupación y una gran sensación
de inseguridad. El país vive momentos de desesperación e
incertidumbre- escriben los religiosos y religiosas- de la cuales las
primeras víctimas son los pobres. Las soluciones que se persiguen en
estos años insisten en descargar el peso de las medidas en la parte mas
débil de la sociedad ( los
hombre y mujeres con ingresos mas bajos) en los servicios sanitarios y
educacionales en los trabajadores y desocupados. “ como cristianos –
concluye la Confar- creemos que hay alternativas validas, que son
posibles si se asume la autoridad como servicio, si se abren canales de
dialogo y de participación sin exclusiones, si se da prioridad al bien
común y no a los intereses sectoriales. “ el mensaje también lo
firma el Consejo Superior de Educación Católica” En el marco de esta perspectiva que se reproduce
invariablemente por acción de un sistema tegnocratíco que
excluye en lugar de incluir, el rol del académico - el
intelectual especifico en palabras de Foucault- el académico, el
intelectual no debe jugar el papel de profeta- intelectual que le dice a
la gentes lo que tiene que hacer y les prescribe formas de pensamiento
objetivos y medios, en lugar de ello el rol del académico se relaciona
con mostrar como funcionan las instituciones en su verdadera dimensión
cuales son las consecuencias reales de episodios como los
reseñados. En esta dirección la evidencia
de la desocupación con la consiguiente pobreza es
percibida por el legislador– con pocas excepciones- con
prognosis de riesgo para mejor decirlo de alto riesgo delictual o
pre-delictual con marcada etiología, socio- económica y cultural
delineada en una culpabilidad de origen o pecado original, que atento la
altísima selectividad del sistema penal torna mas vulnerables a los que
menos tienen, porque hay una iniquidad en la estructura el orden jurídico,
que es el contrato social, injusticia que por cierto es característica
de todo sistema penal cimentado en la enorme discrepancia entre la
cantidad de situaciones en que el sistema es llamado a intervenir y
aquel en que efectivamente puede intervenir y finalmente interviene. “ la selectividad general del
sistema penal es parte de su irracionalidad y pertenece a la propia
estructura del sistema penal. La selectividad viene dada por la absurda
disparidad entre los recursos disponibles (capacidad de criminalización
del sistema) y la pretensión de reclutamiento de la clientela ( número
de personas que realmente debiera criminalizar conforme a su programa a
nivel del discurso jurídico) En la practica el sistema no puede actuar
más del 1% de su clientela programada lo que deja un inmenso campo
abierto a la selectividad y evidencia su irracionalidad” . –
obviamente de todas las clases sociales provienen sujetos que
cometen ilícitos culpables sin embargo son encarcelados en mayor
medida los vulnerables frente al sistema.
Abonamos las palabras de Massimo
Pavarini cuando alega la principal virtud de la criminología
después de más de un siglo de vigencia en el elenco de las ciencias
penales, deviene del hecho de haber logrado que el mundo del derecho se
concientizara de las diversas ficciones en que se ha fundado la reacción
social, frente a los hechos que la ley criminaliza. Luis Niño ofrece un buen
ejemplo de lo que terminamos de expresar “ hasta 1992 no existió en
el derecho penal argentino una figura que penara el envenenamiento
ambiental mediante residuos tóxicos. La ley 24.051 vino a llenar en algún
sentido esta laguna pero remitiendo, con un solo artículo, el artículo
200 del Código Penal que lleva a que sea menos grave envenenar aguas
con lesiones gravísimas para las personas, que el simple hecho de
asaltar con un cortaplumas a un individuo o bien efectuar un tirón en
el reloj que lleva. Hay quince años de máxima para este último, hay
diez para el otro. Esto da una pauta del diseño arbitrario propio de
quienes saben que pueden verse reflejados en el señor que envenena
desde una empresa de residuos tóxicos el medio ambiente y no en cambio
quien con un cortaplumas intenta llevarse los dos pesos que puede llevar
un transeúnte consigo”- La Justicia Penal Hoy ED. Di Plácido- Es en este punto donde los
paradigmas se vinculan aunque en forma antagónica, en efecto habíamos
referido oportunamente, a los intelectuales que apuntan como regla de
oro a la falta de toda vinculación entre desocupación y delito,
postulando como causal delictiva el mal comportamiento de las personas
que nada tiene que ver con las condiciones socio- económicas o de otra
naturaleza que reducen su ámbito de auto-determinación. Conforme lo expuesto queremos
llamar la atención especialmente en los denominados programas de
“Tolerancia Cero”, como técnica de intervención desarrollada
fundamentalmente, por la policía de New York desde 1994, está
enraizada en las tesis de las “ broken Windows de Kelling y Wilson y
refleja un modelo de policía que apunta al mantenimiento del orden
focalizado en las conductas incivilizadas como autentico signo del
mantenimiento del orden, “Tolerancia Cero” se basa en la “Teoría
de la Ventanas rotas.”Ella se cimienta sobre un esquema que indica,
que “quien roba un huevo roba una vaca” esto es si la lucha se
realiza progresivamente contra los pequeños desordenes cotidianos se
logra hacer retroceder las grandes patologías criminales. En tal
sentido reparar ventanas rotas implica necesariamente restaurar el orden
y disminuir el delito en las urbes.
No negamos que a simple vista
los resultados de tal metodología aparecen como impresionantes, en
efecto en el período 1994- 1996 se produce un abrupto descenso de la
tasa delictiva en NYC, de un 37%. Por ejemplo entre 1990 y 1996 el número
de homicidios anuales descendió de 2245 a 983, esto representa la
primer oportunidad que se baja de 1000 homicidios desde 1968. en cuanto
a los robos en casas y departamentos descendieron un cuarto en dos años
y los asaltos callejeros en un 40%. Obviamente la metodología
Tolerancia Cero se ha enmarcado en profundos cambios dentro de las
organizaciones policiales, como descentralización, nueva distribución
de las responsabilidades, mayor cantidad de personal policial en las
calles etc. Ahora bien lo que no se dice
porque políticamente no es correcto es lo siguiente : Esta probado empíricamente
que las tasas de criminalidad venían descendiendo con anterioridad a
las fechas de lanzamiento de” Tolerancia Cero.” Además en otras ciudades
americanas donde no se puso en marcha esta técnica de intervención se
registraron descensos semejantes en idéntico período. Nos vemos obligados a considerar
que “ Tolerancia Cero” – cuyo auge se restituyó esencialmente en
los países anglosajones después del 11 de septiembre- posee
implicancias sumamente cuestionables respecto de las libertades civiles
y los derechos de los grupos marginados, esto se evidencia en la gran
cantidad de denuncias por violaciones a los derechos humanos por parte
de los agentes policiales de Nueva York. Con la implementación de un
modelo altamente selectivo y prejuicioso ya que se dirige a ciertas
personas en determinados asientos territoriales, reforzando así las
divisiones sociales que crecen innecesariamente y quebrantan en mayor
medida el aparato social. Va de suyo que por provenir de la primera
potencia del mundo este modelo se ha “vendido” y muy bien en otras
partes del mundo incluso en América latina. Tratando de razonar, que
involucra la adopción de este programa debemos remontarnos a T. Hobbes
(1588- 1679) quien concebía al Estado como un artificio que surge para
remediar un hipotético estado de naturaleza en el que los hombres
guiados por el instinto de supervivencia, el egoísmo y la ley del mas
fuerte, se hallan inmersos en una guerra de todos contra todos, que haría
imposible el establecimiento de sociedades organizadas en las que
reinaran la paz y la armonía, sin un Estado o autoridad fuerte. Por tal
razón los poderes individuales – hoy lo expresaríamos como derechos
civiles – se trasfieren a un solo hombre o asamblea de hombres, el
Estado o Leviatán que, como el monstruo bíblico, se convierte en el
soberano absoluto cuyo poder aúna todos los poderes. En los tiempos que vivimos, va
siendo superada la sociedad industrial nacida finisecularmente para dar
lugar a una sociedad tegnotrónica, que produce una alto margen de
desigualdades entre los que tienen más o menos oportunidades de
autorrealización. En este marco las variaciones de
tasas de desempleo, por mínima que sea, según demuestran las
conclusiones de estudios econométricos, y de otra índole practicados,
deben agruparse a fin de dar paso a varia conclusiones, en primer lugar
el desempleo, tal quedo dicho, produce efectos motivadores de acciones
delictivas, resultando mas consistente entre los llamados delitos contra
la propiedad, no tanto en la franja de delitos violentos. Una problemática que no podemos
dejar de dejar en nuestro tiempo resulta del esquema producción-
consumo, la misma crece en mayor medida que otro tipo de institución,
¿y en el dominio total de producción, el dinero y el consumo adquieren
absoluta prioridad? Lamentablemente parece dejarse de lado lo que hasta
no hace mucho resultaban los valores y las metas básicas de la sociedad
industrial, de tal manera uno podía ser pobre , pero honrado,
imaginativo y brillante pero vivir en la pobreza, o en el decoro del
honor. Es decir el camino del éxito no pasaba exclusivamente por el
dinero. Está influencia del desempleo
es particularmente pronunciada entre ciertas capas de la población
entre las que pueden existir valores donde la ilegalidad sea la medida,
especialmente entre la población mas joven y los grupos minoritarios. Pero si en nuestros días el
pensamiento económico industrial logra una especie de hegemonía
absoluta , si adquiere total dominio, si nada se compara al éxito económico,
surgen entonces ciertos problemas. Es probable que una sociedad con
varios sistemas independientes de recompensas, resulta más estable que
otra que posea solo uno. En la sociedad pos-moderna aquellos que caen
fuera de la única meta infaliblemente se encuentran en serias
dificultades, y a su vez aunque parezca paradójico la sociedad se
encuentra en dificultades con ellos. En nuestras sociedades existen
estanques donde los valores alternos son escuchados, algunos espacios
secretos, algunos claustros, algunas culturas contestatarias de jóvenes.
Pero la imagen dominante es la del libre mercado y de que las metas en
la vida son galardonadas exclusivamente con dinero y el consecuente
consumo de bienes y servicios. Por lo general quien resulte excluido de
este sistema aspirara a volver
al mismo por medios legales, empero no debe descartarse el camino de la
ilegalidad. |
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5
A MODO DE COLOFÓN La determinación de la pena,
exige invariablemente reflexionar respecto de lo que se quiere conseguir
con la aplicación de la pena al caso concreto, en rigor las cuestiones
relativas a la función y
aplicación de la pena ha ocupado a filósofos y juristas de todos los
tiempos sin que al día de hoy se allá arribado a respuestas
definitivas a estos interrogantes. Asimismo la construcción de un
nuevo modelo alternativo a la pena,
ha incursionado en el debate de la sociedad pos- moderna. En tal
sentido en la actualidad los nuevos criminólogos dirigen su discurso en
torno a la necesidad de prevenir el delito a trabes del mejoramiento y
desarrollo de las condiciones de vida social. – la sociedad prepara
los delitos, el delincuente los ejecuta- Romagnosi, en “Génesis del
derecho Penal”( 1791).Fomentar respuestas psicó-sociales mas
adecuadas a las que pueda lograr dar el sistema penal fundamentalmente en la
franja de los denominados de poca o media dañosidad social, propios de
situaciones de marginalidad desempleo
y pobreza.
Lamentablemente hoy – atento la dirección de la criminología contemporánea-
no podemos más que fantasear con la idea de realización de una ciencia
penal integrada, construida sobre un modelo interdisciplinario que empleé,
la sociología, la sociología criminal, la sicología, la ética social
- como saberes especiales -que deben coadyuvar en la solución
del conflicto penal, evitando altos niveles de abstracción de la dogmática
jurídico penal que partiendo de un sistema normativo procurado, eleva
su propio nivel de ensimismamiento hasta horizontes que poco
condicen con el conflicto que pretende resolver, la compleja
naturaleza del delito necesita invariablemente de un acercamiento
interdisciplinario sobre la base de recetas nuevas aptas para
combatir en forma efectiva y humanitaria la siempre presente
amenaza de la delincuencia. El estudio de las causas del
delito, permitiría elaborar una política social amplia a fin de lograr
un sistema de control social más justo y eficaz del delito, sin excluir
la tarea de revisar el porque ciertos comportamientos son seleccionados
como delictivos y otros no, de tal manera el derecho penal no tiene
porque adaptarse a la política criminal, ni convertirse en un
subsistema de este sino que debe oponerse a ella, frenándola e incluso
de ser necesario obstaculizándola. Por último,
prevenir es difícil, pero es el único camino que nos puede
llevar a políticas sociales certeras en materia de educación, salud,
dignidad, paz social, desarrollo económico y social, creación de
empleo, en pos de otorgar al individuo los elementos necesarios para
desarrollar todo su potencial, en el marco de una sociedad mas justa y equitativa.
En tal sentido resulta relevante
recordar la Declaración de Caracas en el VI Congreso de Prevención del
Delito y Justicia Penal de la ONU, en la que se indica que la prevención
del delito requiere un mejoramiento decisivo de la equidad social,
que no se trata solamente de esfuerzos del Estado sino de toda la
comunidad sumado a un enfoque no solo jurídico sino
multi e interdisciplinario.
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BIBLIOGRAFÍA
ESPECIAL: Indicada
en el Texto. BIBLIOGRAFÍA
GENERAL DE CONSULTA: Código
Penal comentado Dirección Baigún
y Zaffaroni Coordinación
Marco Terragni. ED.
Hammurabi. Eugenio
Zaffaroni Criminología Crítica
y Control Social -El Poder Punitivo del Estado-
ED. Juris. Patricia
S. Ziffer Lineamientos de la Determinación de la Pena ED. Ad
–hoc Pedro
R. David Globalización,
Prevención del Delito y Justicia Penal ED Zavalia
Francisco
Salvador Scimé Criminología Causas y Cosas del Delito ED Jurídicas Alessandro
Baratta Criminología Crítica
y Crítica del Derecho Penal ED Siglo Veintiuno
Winfried
Hassemer Crítica al
Derecho Penal de Hoy |
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