Desempleo y Delito

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    Desempleo y Delito    
   

 Por Carlos Alberto Bellatti

   
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1 PALABRAS PRELIMINARES

Antes de efectuar una sistematización y análisis del tema que nos ocupa pretendemos referir brevemente al llamado “Proyecto de 1917” en el cual la Comisión Especial de Legislación Penal y Carcelaria de la Cámara de Diputados redactó los artículos 40 y 41del Código Penal Argentino con modificaciones respecto del proyecto de 1906.

La comisión de Códigos de la cámara de Senadores, integrada por los Drs. Joaquín V. Gonzáles; Del Valle Iberlucea y Garro intercalo a continuación de “la calidad de los motivos que lo determinaron a delinquir”, la máxima “ especialmente la miseria o la dificultad de ganarse el sustento propio necesario  y el de los suyos.”

En el sistema jurídico la necesidad se expresa en forma de derechos de ahí lo lúcido de la alocución de introducir en el derecho positivo la necesidad de valorar en el momento de la determinación de la pena cual es la parte de responsabilidad que corresponde cargar al sujeto, autor de un ilícito culpable y que segmento de compromiso  debe ser atribuido a la propia sociedad, en el marco teórico de cumplimiento del Contrato Social.

“Resulta ser está es una tarea delicada para la cual el Juez, además de su competencia jurídico- teórica, debe poseer conocimientos psicológicos, antropológicos y sociales, junto con una fina intuición de la realidad histórica y sensibilidad agudizada” SOLER. 

                            ARTICULOS. 40 y 41 del Código Penal Argentino:

Art. 40 En las penas divisibles por razón de tiempo o de cantidad, los tribunales fijaran la condenación de acuerdo con las circunstancias atenuantes o agravantes particulares de cada caso y de conformidad con el artículo siguiente.

Art. 41 A los efectos del artículo anterior, se tendrá en cuenta:

1ro. la naturaleza de la acción y de los medios empleados para ejecutarla y la extensión del daño y del peligro causados.

2do. La edad, la educación, las costumbres y la conducta precedente del sujeto, la calidad de los motivos que lo llevaron a delinquir, especialmente la miseria o la dificultad de ganarse el sustento propio necesario y el de los suyos, la participación que haya tomado en el hecho, las reincidencias en que hubiere incurrido y los demás antecedentes, así como los vínculos personales, la calidad de las personas y las circunstancias de tiempo, lugar, modo y ocasión que demuestren su mayor o menor peligrosidad. El Juez deberá tomar conocimiento directo y de visu del Sujeto, de la Víctima y de las circunstancias del hecho en la medida requerida para cada caso.

Las condiciones personales del autor fueron advertidas también por el legislador en relación con la graduación de la pena de multa, a fin de tomar en cuenta la situación patrimonial del afectado, y en la misma dirección de los ya citados Art. 40 y 41 del C.P. el Art. 21 del mismo cuerpo normativo establece que al momento de fijar la pena de multa se tomara en consideración la “situación económica del condenado” que deviene decisiva a fin de ordenar el pago en cuotas.

2 INTRODUCCIÓN

Un sintético recorrido histórico de lo que denominamos la postura de la pos-modernidad nos coloca frente a la perspectiva del desempleo como una impronta que llego para quedarse, casi una metáfora maquiavélica, en la que un sujeto capaz de desarrollar todo su potencial se ve oprimido por obra y gracia de un neoliberalismo descarnado a un mero portador de desgracia.

Cierto es decirlo, las consecuencias de las crisis resultan evaluadas en cuantificaciones puramente económicas , con desprecio por políticas sanitarias que aprecien y valoren estrategias que tomen en cuenta parámetros sanitarios de quienes se ven agredidos por la inestabilidad y conflictividad que existe en la sociedad actual.

En otras palabras la búsqueda del equilibro mental en la sociedad  debería resultar prioritaria a la hora de definiciones de una sociedad en crisis.

En esta inteligencia Eisemberg y Lazerfeld, describen los efectos que producen en las personas la perdida de su trabajo “ primero causa un shock  luego, a este estupor inicial le sigue una búsqueda activa y optimista de trabajo, creen que sí van a poder conseguirlo, después cuando no lo consiguen se tornan pesimistas, manifiestan ansiedad de muy distinta manera, sufren, se quiebran. Más tarde se vuelven fatalistas, dejan de buscar trabajo y comienzan a adaptarse a su nuevo estado. Se instala la desesperanza, surgen los auto reproches, las repercusiones psicosomáticas. Se sienten rechazados y no buscan trabajo para no exponerse a un nuevo rechazo y a la desilusión. Sienten vergüenza en mostrarse, en pedir, se aíslan como si se escondieran de los demás.

Si a la situación descripta se le asocia la pobreza, el sujeto enfrenta situaciones humillantes desde eludir pagos, pedir dinero hasta la delincuencia generalmente en la franja de los delitos contra la propiedad o en pequeño trafico de drogas peligrosas a fin de aumentar sus posibilidades de consumo.        

Nos guste o no, el dinero está íntimamente relacionado con el poder, con el consumo de bienes y servicios. Veamos los censos, se llama a la persona que mantiene a su familia jefe o jefa de hogar, “ en masculino trabajar y ganar dinero esta pautado socialmente sobre todo para el varón, es indudable que el varón basa gran parte de su identidad en la posibilidad de ganar dinero y con el mantener a su familia. Si no lo aporta se siente castrado, siente que no es nada , que no vale nada; así el varón prefiere trabajar de cualquier cosa para evitar algo peor  analizaremos mas adelante la posibilidad latente que la desocupación y la pobreza actúen como agentes etiológicos de la delincuencia, por ahora hacemos nuestras las expresiones de Nils Christie “ la Industria del Control del delito ED. Del Puerto 1993” “ quienes no tiene nada conforman junto con quienes todo lo tienen los grupos mas difíciles de gobernar. Esto es así por cuanto el que carece de todo resulta ser un accionista de la nada que, nada tiene que perder. No tiene propiedades y en muchos casos no tiene un entorno social y en otros aún tampoco tiene un honor que perder, porque ya lo ha perdido todo. Cabe preguntarse que conducta puede exigírsele a este individuo.”

“ Cuando la sociedad no asegura a todos sus miembros el derecho a la vida o el trabajo o a la asistencia social, no puede en justicia imputar un delito al individuo que procedió impulsado por la miseria, algunas limosnas que se hacen a un hombre desnudo, en la calle, no reemplazan las obligaciones del Estado, que debe procurar a todos los ciudadanos una subsistencia asegurada, el alimento un vestido a propósito y un genero de vida que nos sea contrario a la salud” ¿ Como exigir a los ciudadanos el respeto de las leyes y el impuesto de sangre cuando la vida material no esta asegurada a los todos ciudadanos? Los que se hallan en esta imposibilidad de procurarse las cosas necesarias para su existencia, de que hemos hecho el rasgo distintivo de la miseria, pueden en apariencia de razón , negarse a cumplir los deberes que les son impuestos sin compensación equitativa. Pueden decir que la ruptura del lazo social no procede de ellos, sino del grupo que los deja morir en la miseria – Montesquieu, Libro XXXIII, Capitulo XIX de El espíritu de las leyes-                

No debemos obviar la existencia de otro modelo distinto al referido que ubica todo su esfuerzo en sostener como regla de oro “ la desocupación no se relaciona con el delito”

Tiene su génesis en el mal comportamiento de las personas resultando completamente aséptica de condiciones socioeconómicas.

En la siguiente parte de este breve ensayo pretenderemos explorar las implicancias de estas ideas, nos ocuparemos de las consecuencias de la desocupación en el delito, utilizando temáticas criminológicas que ilustren uno de los mayores problemas que enfrenta la sociedad pos- moderna.         

3  DESEMPLEO y SALUD 

               SALUD: la OMS la describe : “ Estado de completo bienestar físico, mental, social, no meramente una ausencia de enfermedad.” 

Cuando se proyectan apreciaciones respecto de la problemática que se genera en torno a desempleo y crimen, aparecen los sociólogos y juristas como intelectuales, cuya formación los ha preparado para tomar sus puntos de apreciación como esenciales. Puede parecer atrevido que profesionales de otras ciencias pretendan participar de la discusión. Sin embargo entendemos que el enfoque interdisciplinario se impone la raíz de la problemática que abordamos.

En esta inteligencia la OMS ya por el año 1986 señalaba que el desempleo constituye una de las principales catástrofes epidemiológicas de la sociedad contemporánea, con actores responsables y víctimas de ellos.

Resulta entonces que sin la necesaria participación de la psicología y la psiquiatría en este debate no podría explicarse la incidencia de la faz intima del sujeto que es precisamente el objeto especifico de estas ciencias, es que la “psyque” es la que encamina el comportamiento individual previa decisión del mismo, posición esta que en tal situación no podrá ser diversa a lo que promueva en cada caso su naturaleza psíquica. Ese porte, que abarca la vida total del hombre ha de significar a la vez la base de su ubicación cuando su conducta lo lleve a ejecutar hechos que lesionen bienes jurídicos protegidos en la sociedad por la importancia que revisten en la convivencia.    

Se conceptualiza la desocupación o la amenaza de desocupación como una situación traumática de origen social que afecta los vínculos familiares, la pertenencia social,  la salud física y mental de las personas.

Tal como lo expresamos si bien el desempleo resulta un  fenómeno social con multiplicidad de factores, no es menos cierto que es vivido como crisis individual, con despojo de dimensión social.

Considerando la emergencia de síntomas patológicos, podemos enumerar deterioro de los lazos sociales, caída de los soportes de identidad de los afectados, crisis de autoestima, aspectos que pueden derivar en el deterioro de relaciones familiares, desde disfunciones sexuales, roturas de parejas, hechos de violencia, stress, adicciones, afecciones psicosomáticas depresiones agudas, que pueden asemejarse en muchos casos a duelos patológicos – perdida de algo propio que no puede recuperarse- En este sentido el trabajo para muchas personas sirve a modo de sublimación, como soporte de otras carencias afectivas y también como medio de reconocimiento por parte de los demás indispensable para el sostenimiento de la identidad propia como a su vez de una identidad social y cultural... En psicología contamos con técnicas que nos permiten operar grupal e individualmente para afrontar los efectos de estas carencias. No con la promesa de una solución en el campo social, pero sí en campo del restablecimiento de la energía psíquica, fuerza de voluntad, confianza personal y exploración del potencial de quienes nos consultan   “ La desocupación y sus consecuencias en el campo de la salud mental artículo publicado por el Lic. Víctor Silvetti”

El desempleo o la amenaza de perdida de la fuente de trabajo se relaciona con lo que en 1893 decía Freud, respecto de las experiencias traumáticas “ lo que es eficaz para el síntoma es el afecto de terror” esto hace de un acontecimiento un trauma, enseña el maestro que el trauma de fuente social esta signado por “ el estupor inicial, paulatino embotamiento, anestesia afectiva, narcotización de la sensibilidad... abandono de toda expectativa ... y alejamiento de los demás – Freud S. 1930 “ El malestar de la cultura”.  

Mom y Baranger – 1987- señalan que toda situación traumática produce cuatro efectos:

a-       Se activa la compulsión de repetición – el desocupado se automargina se auto reprocha e incrementa su culpabilización.

b-       En una situación traumática al quedar libre las catexias se buscan nuevas investiduras libidinales generalmente frágiles y precarias.

c-       Se toman nuevas medidas defensivas a fin de que nada del trauma resulte recordado y repetido.

d-       En todo trauma existe una suerte de agresión libre, que predispone a la violencia contra si mismo o contra los demás – entendemos que en este último estadio entraríamos en la fase pre- delictiva-

De lo expuesto debemos concluir : la violencia impuesta por el estrago de el desempleo queda inmersa dentro del yo interno de quien la padece, provocando un estado de inhibición o explosiones de violencia contra si mismo o hacia sus semejantes.

La depresión que generalmente se le asocia constituye uno de los típicos trastornos en los que existe una “Personalidad con Predisposición” en tal sentido la aparición de un cuadro depresivo puede ser desencadenado por la perdida de un objeto – status o condiciones de vida a que el individuo esta habituado- que por su valor simbólico lleva a una disminución de la autoestima.

Esa perdida produce frustración que provoca hostilidad que en lugar de dirigirse hacia el objeto frustrado se vuelve hacia quien la padece, como consecuencia de la identificación que se ha producido entre el objeto y la persona; este enojo contra si mismo se presenta como señalamos antes bajo la forma de sentimiento de culpa. 

De tal postura pretendemos no extraer el hecho del delito del contexto real, que lo relaciona por una parte a toda la personalidad del delincuente y a su historia biológica y psicológica y por la otra a la totalidad natural y social en que se inserta su propia existencia.

   
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    4 LA DESOCUPACIÓN SU INCIDENCIA SOBRE LA CRIMINALIDAD

En rigor y tal quedo planteado en su momento, no hay coincidencia entre los expertos en considerar el desempleo como un factor etiológico de la delincuencia, es de notar que se trata de una problemática sumamente compleja merecedora de  un pormenorizado análisis, cuyos aspectos mas relevantes serán tratados en el presente subtitulo, empero adelantamos opinión en el sentido de considerar la desocupación con prognosis delictiva, fundamentalmente en la franja de los llamados “delitos contra la propiedad”.

La fuerza de las cifras son elocuentes, durante el año 2001- con niveles de desocupación entre el 18 y 20 % de la población económicamente activa- se registraron el la Republica argentina un total de 1.178.530 hechos presuntamente delictivos – fuente: sistema nacional de Información criminal- con una tasa de 3182 delitos cada 100.000 habitantes, la mayor parte fueron delitos contra la propiedad ( 66%). Esta presencia cuantitativa es una constante a lo largo de toda la década del 90 en que el menor peso de los delitos contra la propiedad en las estadísticas policiales nacionales se ha registrado en el año 1994 con un 63% y el mayor en 1990 con un 72%. Para el año 2001, dentro de los delitos contra la propiedad, los robos – incluyendo tentativas- el 40%, revelando la misma distribución que el año anterior. Las tasas para este grupo de delitos es de 2113 hechos registrados cada 100.000 habitantes siendo 1.036 para robos – incluyendo tentativas-          

Respecto de los delitos contra las personas fueron el segundo grupo de hechos presuntamente delictivos más importante cuantitativamente el 18% - observe el lector la enorme diferencia- repitiendo también una constante a lo largo de la década del 90 en la que el valor menor se registro en 1990 con un 14% y el mayor en 1994 y 1996 con un 20%. Dentro de los delitos contra las personas registrados en 2001 las lesiones dolosas son el grupo mas denunciado 55%. Las lesiones culposas se ubican en segundo lugar con un 32%, y en tanto los homicidios dolosos – incluyendo tentativas- como los culposos presentan frecuencias menores al 2%. Cada uno.

La tasa global para este grupo de delitos es de 569 hechos registrados cada 100.000 habitantes siendo la tasa de homicidios dolosos de 8,23 cada 100.000 habitantes.

No queremos dejar pasar por alto otros números de la Argentina de hoy aunque resulten cuestionados por organismos oficiales, así afirma Diego L. Cuardia.” La incidencia de la desocupación en el delito”....” En la ciudad de Buenos Aires 898.000 personas perciben ingresos menores a doscientos pesos mensuales, mientras que 72.000 personas conforman el  grupo denominado “ cartoneros” y 671.400 personas están ocupadas de manera temporaria o realizan las llamadas “ changas”, continua el autor “ En la Republica Argentina un 21% de la población vive con menos del 1 dólar por día alcanzando el total  de 7777.000 personas. La devaluación de la moneda ha arrojado entre otros resultados el ingreso a la pobreza de 8.319.000 niños y jóvenes que viven en tres millones de hogares pobres de manera tal que el 66.6% de los menores de la Republica es pobre.”

Si bien es cierto que el autor antes citado no refiere a los llamados “planes trabajar” no instalados a la época que escribió su interesante artículo- el autor toma cifras del 24 de junio de 2000, cierto es que estos planes  no han contribuido a modificar  el teatro de la pobreza el desempleo- real-  la miseria y la polarización  extrema en Argentina, de allí la necesidad -al menos- de administrarlos con un criterio de mayor equidad y severos controles a fin de evitar el clientelismo. 

Continuando con una realidad -que ciertamente no resulta ser de laboratorio- el Matutino La Nación del 26 de Junio de 2004 bajo el titulo “LA Lucha  de pobre contra pobres” relata el drama de María uno de los tantos que se encuentran a vuelta de esquina. Cuando el cronista y fotógrafo” pudo pasar advierte que Maria no exageraba: pasa sus días en un sitio en el que ningún ser humano debería vivir. Aunque tiene 63 años, María Cristina Servín Villalba, paraguaya de nacimiento parece casi centenaria....su drama transcurre en Villa Madrid junto a Ingeniero Budge, en Lomas de Zamora. La suya es una más entre las tragedias de las casi 700.000 personas que sobreviven en 490 villas del conurbano”. ...” mi hija me dice que me muera para quedarse con mi casa y yo quiero morirme pero no sé cómo, me ha dejado aquí encerrada con las ratas que me caminan encima, sin nada que comer.”

En Lamadrid los vecinos confirman el sombrío panorama “ Acá los pibes no tienen nada que ganar ni que perder. A nadie le importa como vivimos acá donde solo nos queda vivir con 150 pesos de un plan. ¿ a quien le puede extrañar que los muchachos salgan a robar? o la gente que padece de tuberculosis lepra o hepatitis.

Continuando con el testimonio colectado por el matutino Juan Carlos de la Iglesia Metodista confiesa “ la droga esta matando una generación entera nacida entre fines de los ochenta y principios de los noventa, se dan con pasta base de cocaína cortada con puloil la aspiran y los destroza. continuando su relato expresa “ ayer se murió una chica de 15 años por aspirar Ventolín vaya a saber que tenia dentro refiere el pastor”. 

En una nota difundida a raíz de la grave crisis económica que crea desocupación e incertidumbre en Argentina “La Conferencia de Religiosos y Religiosas pide la defensa social de los pobres “ Buenos Aires Vid. 22-O3-2001” “ Reforzar nuestra presencia al lado de los que sufren, -escribe la conferencia de Religiosos y Religiosas argentinos (confar) es un mensaje dedicado a la situación social y política del país. En efecto, la Argentina atraviesa una grave crisis económica y financiera que se refleja a nivel social en un gran porcentaje de desocupación y una gran sensación de inseguridad. El país vive momentos de desesperación e incertidumbre- escriben los religiosos y religiosas- de la cuales las primeras víctimas son los pobres. Las soluciones que se persiguen en estos años insisten en descargar el peso de las medidas en la parte mas débil de la sociedad  ( los hombre y mujeres con ingresos mas bajos) en los servicios sanitarios y educacionales en los trabajadores y desocupados. “ como cristianos – concluye la Confar- creemos que hay alternativas validas, que son posibles si se asume la autoridad como servicio, si se abren canales de dialogo y de participación sin exclusiones, si se da prioridad al bien común y no a los intereses sectoriales. “ el mensaje también lo firma el Consejo Superior de Educación Católica”  

    En el marco de esta perspectiva que se reproduce invariablemente por acción de un sistema tegnocratíco que  excluye en lugar de incluir, el rol del académico - el intelectual especifico en palabras de Foucault- el académico, el intelectual no debe jugar el papel de profeta- intelectual que le dice a la gentes lo que tiene que hacer y les prescribe formas de pensamiento objetivos y medios, en lugar de ello el rol del académico se relaciona con mostrar como funcionan las instituciones en su verdadera dimensión cuales son las consecuencias reales de episodios como los  reseñados.

En esta dirección la evidencia de la desocupación con la consiguiente pobreza es  percibida por el legislador– con pocas excepciones- con prognosis de riesgo para mejor decirlo de alto riesgo delictual o pre-delictual con marcada etiología, socio- económica y cultural delineada en una culpabilidad de origen o pecado original, que atento la altísima selectividad del sistema penal torna mas vulnerables a los que menos tienen, porque hay una iniquidad en la estructura el orden jurídico, que es el contrato social, injusticia que por cierto es característica de todo sistema penal cimentado en la enorme discrepancia entre la cantidad de situaciones en que el sistema es llamado a intervenir y aquel en que efectivamente puede intervenir y finalmente interviene.

“ la selectividad general del sistema penal es parte de su irracionalidad y pertenece a la propia estructura del sistema penal. La selectividad viene dada por la absurda disparidad entre los recursos disponibles (capacidad de criminalización del sistema) y la pretensión de reclutamiento de la clientela ( número de personas que realmente debiera criminalizar conforme a su programa a nivel del discurso jurídico) En la practica el sistema no puede actuar más del 1% de su clientela programada lo que deja un inmenso campo abierto a la selectividad y evidencia su irracionalidad” . – obviamente de todas las clases sociales provienen sujetos que  cometen ilícitos culpables sin embargo son encarcelados en mayor medida los vulnerables frente al sistema.  

Abonamos las palabras de Massimo  Pavarini cuando alega la principal virtud de la criminología después de más de un siglo de vigencia en el elenco de las ciencias penales, deviene del hecho de haber logrado que el mundo del derecho se concientizara de las diversas ficciones en que se ha fundado la reacción social, frente a los hechos que la ley criminaliza.

Luis Niño ofrece un buen ejemplo de lo que terminamos de expresar “ hasta 1992 no existió en el derecho penal argentino una figura que penara el envenenamiento ambiental mediante residuos tóxicos. La ley 24.051 vino a llenar en algún sentido esta laguna pero remitiendo, con un solo artículo, el artículo 200 del Código Penal que lleva a que sea menos grave envenenar aguas con lesiones gravísimas para las personas, que el simple hecho de asaltar con un cortaplumas a un individuo o bien efectuar un tirón en el reloj que lleva. Hay quince años de máxima para este último, hay diez para el otro. Esto da una pauta del diseño arbitrario propio de quienes saben que pueden verse reflejados en el señor que envenena desde una empresa de residuos tóxicos el medio ambiente y no en cambio quien con un cortaplumas intenta llevarse los dos pesos que puede llevar un transeúnte consigo”- La Justicia Penal Hoy ED. Di Plácido-

Es en este punto donde los paradigmas se vinculan aunque en forma antagónica, en efecto habíamos referido oportunamente, a los intelectuales que apuntan como regla de oro a la falta de toda vinculación entre desocupación y delito, postulando como causal delictiva el mal comportamiento de las personas que nada tiene que ver con las condiciones socio- económicas o de otra naturaleza que reducen su ámbito de auto-determinación.

Conforme lo expuesto queremos llamar la atención especialmente en los denominados programas de “Tolerancia Cero”, como técnica de intervención desarrollada fundamentalmente, por la policía de New York desde 1994, está enraizada en las tesis de las “ broken Windows de Kelling y Wilson y refleja un modelo de policía que apunta al mantenimiento del orden focalizado en las conductas incivilizadas como autentico signo del mantenimiento del orden, “Tolerancia Cero” se basa en la “Teoría de la Ventanas rotas.”Ella se cimienta sobre un esquema que indica, que “quien roba un huevo roba una vaca” esto es si la lucha se realiza progresivamente contra los pequeños desordenes cotidianos se logra hacer retroceder las grandes patologías criminales. En tal sentido reparar ventanas rotas implica necesariamente restaurar el orden y disminuir el delito en las urbes. 

No negamos que a simple vista los resultados de tal metodología aparecen como impresionantes, en efecto en el período 1994- 1996 se produce un abrupto descenso de la tasa delictiva en NYC, de un 37%. Por ejemplo entre 1990 y 1996 el número de homicidios anuales descendió de 2245 a 983, esto representa la primer oportunidad que se baja de 1000 homicidios desde 1968. en cuanto a los robos en casas y departamentos descendieron un cuarto en dos años y los asaltos callejeros en un 40%. Obviamente la metodología Tolerancia Cero se ha enmarcado en profundos cambios dentro de las organizaciones policiales, como descentralización, nueva distribución de las responsabilidades, mayor cantidad de personal policial en las calles etc.

Ahora bien lo que no se dice porque políticamente no es correcto es lo siguiente : Esta probado empíricamente que las tasas de criminalidad venían descendiendo con anterioridad a las fechas de lanzamiento de” Tolerancia Cero.”

Además en otras ciudades americanas donde no se puso en marcha esta técnica de intervención se registraron descensos semejantes en idéntico período.

Nos vemos obligados a considerar que “ Tolerancia Cero” – cuyo auge se restituyó esencialmente en los países anglosajones después del 11 de septiembre- posee implicancias sumamente cuestionables respecto de las libertades civiles y los derechos de los grupos marginados, esto se evidencia en la gran cantidad de denuncias por violaciones a los derechos humanos por parte de los agentes policiales de Nueva York. Con la implementación de un modelo altamente selectivo y prejuicioso ya que se dirige a ciertas personas en determinados asientos territoriales, reforzando así las divisiones sociales que crecen innecesariamente y quebrantan en mayor medida el aparato social. Va de suyo que por provenir de la primera potencia del mundo este modelo se ha “vendido” y muy bien en otras partes del mundo incluso en América latina.

Tratando de razonar, que involucra la adopción de este programa debemos remontarnos a T. Hobbes (1588- 1679) quien concebía al Estado como un artificio que surge para remediar un hipotético estado de naturaleza en el que los hombres guiados por el instinto de supervivencia, el egoísmo y la ley del mas fuerte, se hallan inmersos en una guerra de todos contra todos, que haría imposible el establecimiento de sociedades organizadas en las que reinaran la paz y la armonía, sin un Estado o autoridad fuerte. Por tal razón los poderes individuales – hoy lo expresaríamos como derechos civiles – se trasfieren a un solo hombre o asamblea de hombres, el Estado o Leviatán que, como el monstruo bíblico, se convierte en el soberano absoluto cuyo poder aúna todos los poderes.

En los tiempos que vivimos, va siendo superada la sociedad industrial nacida finisecularmente para dar lugar a una sociedad tegnotrónica, que produce una alto margen de desigualdades entre los que tienen más o menos oportunidades de autorrealización.

En este marco las variaciones de tasas de desempleo, por mínima que sea, según demuestran las conclusiones de estudios econométricos, y de otra índole practicados, deben agruparse a fin de dar paso a varia conclusiones, en primer lugar el desempleo, tal quedo dicho, produce efectos motivadores de acciones delictivas, resultando mas consistente entre los llamados delitos contra la propiedad, no tanto en la franja de delitos violentos.

Una problemática que no podemos dejar de dejar en nuestro tiempo resulta del esquema producción- consumo, la misma crece en mayor medida que otro tipo de institución, ¿y en el dominio total de producción, el dinero y el consumo adquieren absoluta prioridad? Lamentablemente parece dejarse de lado lo que hasta no hace mucho resultaban los valores y las metas básicas de la sociedad industrial, de tal manera uno podía ser pobre , pero honrado, imaginativo y brillante pero vivir en la pobreza, o en el decoro del honor. Es decir el camino del éxito no pasaba exclusivamente por el dinero.

Está influencia del desempleo es particularmente pronunciada entre ciertas capas de la población entre las que pueden existir valores donde la ilegalidad sea la medida, especialmente entre la población mas joven y los grupos minoritarios.

Pero si en nuestros días el pensamiento económico industrial logra una especie de hegemonía absoluta , si adquiere total dominio, si nada se compara al éxito económico, surgen entonces ciertos problemas.

Es probable que una sociedad con varios sistemas independientes de recompensas, resulta más estable que otra que posea solo uno. En la sociedad pos-moderna aquellos que caen fuera de la única meta infaliblemente se encuentran en serias dificultades, y a su vez aunque parezca paradójico la sociedad se encuentra en dificultades con ellos. En nuestras sociedades existen estanques donde los valores alternos son escuchados, algunos espacios secretos, algunos claustros, algunas culturas contestatarias de jóvenes. Pero la imagen dominante es la del libre mercado y de que las metas en la vida son galardonadas exclusivamente con dinero y el consecuente consumo de bienes y servicios. Por lo general quien resulte excluido de este sistema aspirara a  volver al mismo por medios legales, empero no debe descartarse el camino de la ilegalidad.

   
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    5 A MODO DE COLOFÓN

La determinación de la pena, exige invariablemente reflexionar respecto de lo que se quiere conseguir con la aplicación de la pena al caso concreto, en rigor las cuestiones relativas a  la función y aplicación de la pena ha ocupado a filósofos y juristas de todos los tiempos sin que al día de hoy se allá arribado a respuestas definitivas a estos interrogantes.

Asimismo la construcción de un nuevo modelo alternativo a la pena,   ha incursionado en el debate de la sociedad pos- moderna. En tal sentido en la actualidad los nuevos criminólogos dirigen su discurso en torno a la necesidad de prevenir el delito a trabes del mejoramiento y desarrollo de las condiciones de vida social. – la sociedad prepara los delitos, el delincuente los ejecuta- Romagnosi, en “Génesis del derecho Penal”( 1791).Fomentar respuestas psicó-sociales mas adecuadas a las que  pueda lograr dar el sistema penal fundamentalmente en la franja de los denominados de poca o media dañosidad social, propios de situaciones de marginalidad  desempleo y pobreza.

                        Lamentablemente  hoy – atento la dirección de la criminología contemporánea- no podemos más que fantasear con la idea de realización de una ciencia penal integrada, construida sobre un modelo interdisciplinario que empleé, la sociología, la sociología criminal, la sicología, la ética social  - como saberes especiales -que deben coadyuvar en la solución del conflicto penal, evitando altos niveles de abstracción de la dogmática jurídico penal que partiendo de un sistema normativo procurado, eleva su propio nivel de ensimismamiento hasta horizontes que poco  condicen con el conflicto que pretende resolver, la compleja naturaleza del delito necesita invariablemente de un acercamiento interdisciplinario sobre la base de recetas nuevas aptas para  combatir en forma efectiva y humanitaria la siempre presente amenaza de la delincuencia.     

El estudio de las causas del delito, permitiría elaborar una política social amplia a fin de lograr un sistema de control social más justo y eficaz del delito, sin excluir la tarea de revisar el porque ciertos comportamientos son seleccionados como delictivos y otros no, de tal manera el derecho penal no tiene porque adaptarse a la política criminal, ni convertirse en un subsistema de este sino que debe oponerse a ella, frenándola e incluso de ser necesario obstaculizándola.

Por último,  prevenir es difícil, pero es el único camino que nos puede llevar a políticas sociales certeras en materia de educación, salud, dignidad, paz social, desarrollo económico y social, creación de empleo, en pos de otorgar al individuo los elementos necesarios para desarrollar todo su potencial, en el marco de una sociedad mas justa y  equitativa.    

En tal sentido resulta relevante recordar la Declaración de Caracas en el VI Congreso de Prevención del Delito y Justicia Penal de la ONU, en la que se indica que la prevención del delito requiere un mejoramiento decisivo de la equidad social,  que no se trata solamente de esfuerzos del Estado sino de toda la comunidad sumado a un enfoque no solo jurídico sino  multi e interdisciplinario. 

   
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    BIBLIOGRAFÍA ESPECIAL:

Indicada en el Texto.

BIBLIOGRAFÍA GENERAL DE CONSULTA:

Código Penal comentado Dirección  Baigún y Zaffaroni

Coordinación Marco  Terragni. ED. Hammurabi.

Eugenio Zaffaroni  Criminología Crítica y Control Social -El Poder Punitivo del Estado-   ED. Juris.

Patricia S. Ziffer Lineamientos de la Determinación de la Pena ED. Ad –hoc

Pedro R. David  Globalización, Prevención del Delito y Justicia Penal ED Zavalia  

Francisco Salvador Scimé  Criminología Causas y Cosas del Delito ED Jurídicas

 Alessandro Baratta  Criminología Crítica  y Crítica del Derecho Penal ED Siglo Veintiuno 

Winfried   Hassemer  Crítica al Derecho Penal de Hoy  

   
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