Motivos para...

principal

         
   

Cursos, Seminarios - Información Gral - Investigación - Libros y Artículos - Doctrina Gral - Bibliografía - Jurisprudencia  - MisceláneaCurriculum - Lecciones de Derecho Penal - Buscador

   
         
 

   
    Motivos para delinquir    
   

 

   
   

         Otelo amaba a su mujer pero la mató porque Yago fue inculcándole la idea de que ella le era infiel, aunque no fuese cierto.

         Si este drama, imaginado por Shakespeare alrededor de 1603, llegase hoy a los tribunales la duda que tendrían que resolver sería acerca de si Yago tuvo responsabilidad penal por el homicidio. Y la respuesta sería positiva si estimasen que él determinó directamente a cometerlo. En ese caso sería el instigador y podrían aplicarle el mismo tipo de pena que al autor, de mayor o menor duración si ésta fuese privativa de la libertad y divisible en cuanto al tiempo.      

Respecto de Otelo, los jueces no vacilarían en condenarlo por el crimen cometido. Dejando de lado que para la ley argentina la reclusión o la prisión serían en este caso perpetuas, lo que interesa destacar es que ésta fija pautas para la atenuación o la agravación de las penas divisibles. Dice que los tribunales deben atenerse a las siguientes circunstancias: La naturaleza de la acción y de los medios empleados para ejecutarla y la extensión del daño y del peligro causados. La edad, la educación, las costumbres y la conducta precedente del sujeto, la calidad de los motivos que lo determinaron a delinquir, especialmente la miseria o la dificultad para ganarse el sustento propio necesario y el de los suyos, la participación que haya tomado en el hecho, las reincidencias en que hubiera incurrido y los demás antecedentes y condiciones personales, así como los vínculos personales, la calidad de las personas y las circunstancias de tiempo, lugar, modo y ocasión que demuestren su mayor o menor peligrosidad.

Shakespeare pintó de tal manera los dos personajes que no quedan dudas sobre que Yago manejó tan hábilmente la mente de Otelo para conducirlo al crimen, de forma tal que el drama lo originó él. Aparece siendo el autor intelectual del crimen. Otelo fue víctima del engañador y víctima de sus propios celos. La autoría del hecho, que haya sido él quien estranguló a Desdémona, es innegable. Tampoco la culpabilidad puede ser discutida. En todo caso habría que decidir si los motivos que lo llevaron a delinquir son circunstancias atenuantes o agravantes. Y aquí caben las opiniones que cada quien tenga sobre el asunto. Yo no expondré la mía para no abusar de la paciencia del lector, ya que requeriría una extensión considerable.  

          

 03/2016

 

   
 

 

 

         

Cursos, Seminarios - Información Gral - Investigación - Libros y Artículos - Doctrina Gral - Bibliografía - Jurisprudencia  - MisceláneaCurriculum - Lecciones de Derecho Penal - Buscador

principal